Las clínicas son las únicas empresas que se funden trabajando 

Nota Gastos fijos
11.07.2017

La situación que atraviesa el país no es diferente a la que viven las clínicas, sanatorios y establecimientos médicos de la Provincia. Aumentos, inflación, tarifas, presión tributaria y nuevos sistemas de pagos a clínicas y prestadores sanatorios, son solo algunos de los factores que ponen en riesgo la continuidad de un establecimiento. 

Las clínicas privadas que atienden exclusivamente a la seguridad social, no son formadoras de precio debido a que su principal ingreso proviene de las Obras Sociales Nacionales, Provinciales y Sindicales. Al estar tipificadas como empresas - sociedades Anónimas  (S.A.) o sociedades de Responsabilidad Limitada (SRL) - tienen obligaciones impositivas legales que no se condicen con la realidad, debiendo hacer frente a  gastos fijos que deben cumplimentar mensualmente.

“Estás abierto las 24hs., los 365 días del año. Y un sanatorio lleno no garantiza más ingreso. Somos los únicos que nos fundimos trabajando”, explican las autoridades de la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y otros Establecimientos de la Provincia de Buenos Aires (FECLIBA).

De todos los costos fijos que una clínica absorbe hay particularmente cuatro que son básicos para el funcionamiento de la institución y que, lamentablemente, no están regulados: la recolección de residuos patogénicos, el lavado de ropa de cama y la provisión de oxígeno y la masa salarial.

 

Residuos patogénicos

Los establecimientos médicos de la Provincia son generadores de residuos patogénicos a diario. Cada establecimiento cuenta con un espacio de depósito, debidamente preparado, cumpliendo con la reglamentación que impone el Ministerio de Salud bonaerense y la Secretaria de Política Ambiental.

Dependiendo de su categoría, la cantidad de camas, y otros factores, la recolección se efectiviza una vez por día o tres veces por semana. Cada clínica debe respetar el proceso de circulación, manipulación y depósito de estos residuos, como lo indica la reglamentación.

En la actualidad, no existen muchas empresas de recolección de residuos patogénicos en la provincia de Buenos Aires. Debido a la falta de competencia, son las empresas las que imponen el costo del servicio, sin dejar margen para la negociación. 

“Imponen valores, precios y aumentos de manera indiscriminada y no existe discusión, sólo nos citan para informar la decisión tomada”, plantea la Federación de Clínicas. 

“Si no pagamos, cortan el servicio, y si no hay recolección de residuos se haría imposible el normal funcionamiento de la institución además de las penalidades que los entes de contralor impondrían, lo cual nos lleva a tener que acatar los aumentos, sin importar si estamos en condiciones de absorverlos”, agregan.

Los sanatorios acuden a FECLIBA para asesorarse y plantear problemas a diario. Como institución, la Federación establece mesas de diálogo entre las partes, pero entiende que es necesario crear un ente regulador a quien acudir. “Somos instituciones que nos hacemos cargo de la seguridad social y resulta imprescindible contar con el apoyo de un ente que nos ampare”, manifiestan desde FECLIBA. 

 

No es el único gasto sin regulación: el oligopolio de los lavaderos industriales

La situación desmedida se repite cuando hablamos de los lavaderos industriales. Los establecimientos se hacen cargo de todos los costos de lavado de ropa de la institución sanatorial. 

“En el Gran La Plata dependemos de un solo lavadero, y tiene el poder de decisión sobre los sanatorios, donde si no se abona a tiempo cortan el servicio”, explican desde FECLIBA. 

En La Plata, por ejemplo, si uno quisiera utilizar otro servicio del conurbano no se puede por una cuestión de costos, “y porque entre las mismas empresas tienen los territorios delineados”. 

La problemática se extiende en todo el territorio provincial. Existen casos de clínicas en el interior que tienen el espacio para realizar el trabajo, pero iniciados los trámites de habilitación, empiezan a aparecer cláusulas y requisitos casi imposible de cumplir que terminan por comprometer la relación costo-beneficio y pone en duda la decisión de llevar adelante el trabajo dentro de las clínicas. 

Existe en el mercado una propuesta de vestimenta para personal de cirugía descartable, pero aún no está lo suficientemente desarrollada. Los sanatorios tienen un stock, pero se utiliza en casos de emergencias; “es un material caro, que a los médicos y a los enfermeros les resulta incómodo, por lo que resulta inviable”, explican los profesionales. 

 

Provisión de oxígeno

Al igual que lo que sucede con la recolección de residuos y con los lavaderos industriales, el oxígeno medicinal también es una necesidad básica que no tiene control en cuanto a su costo.

Actualmente en la provincia de Buenos Aires existen tres firmas, que se han dividido el territorio, y de esa manera, se aseguran ser los únicos proveedores de la zona. “Una clínica no puede quedarse sin oxígeno. Lo utilizamos en la guardia, en las habitaciones, en el quirófano, y demás servicios como en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), en la Unidad Coronaria (UCO), en Neonatología, entre otros y nos exigen el pago al día sin lugar a negociación”, acusan desde FECLIBA.