Desde la conducción de Fecliba afirmaron que “volver a respirar” llevará tiempo, algo que al sector privado de la salud no le sobra porque debe sobrellevar “una situación muy crítica día a día”, a causa de que, según contaron ayer a este diario, finalizaron el 2019 “ahogados” por un rojo del 48,18 por ciento promedio.
En ese contexto, el titular de la entidad, Néstor Osvaldo Porras, comentó que se están reuniendo con las nuevas conducciones del IOMA, del PAMI, de los ministerios de Salud de la Provincia y la Nación y con el gremio.
“Es cuestión de entenderse mutuamente”, dijo, en referencia a que “la nueva gestión recién empieza y eso hay que comprenderlo”, pero que “los tiempos de los sanatorios, más aún en esta gravísima situación, no siempre coinciden con los gubernamentales”.
Desde la conducción de la Federación de Clínicas señalaron que “además de las prestaciones, los sanatorios quedamos muy desfasados en el rubro insumos. Su alto costo, muchas veces dolarizado, iba alejándose cada vez más de lo que las mutuales pagaban, pero había que asumirlo para que siguiera funcionando el sistema de salud privada”, dijo, y resaltó que “en los últimos años los aumentos fueron constantes: la inflación y los fuertes saltos del dólar hicieron que cada pedido tuviese valores más altos. Y eso acrecentaba las pérdidas”.
También hizo hincapié en el tarifazo. “Como a todas las Pymes, nos generó una situación intolerable. Hubo sanatorios, a manera de ejemplo, que pasaron de buenas a primeras de pagar 100 mil pesos al mes de luz a abonar 300 mil. Algo similar ocurrió con el gas y el agua”, remarcó.
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